Lo que iba a ser un cuenta lo que fuimos y se quedó en un Yipi Kai Yei

Vuelven los vampiros ('True Blood', los libros infumables de la Stephanie esa, la película ad-hoc...) y también los zombis. Pero ya no son haitianos y fruto del vudú (aquello sí que daba miedo), ni los arrastrados guiñapos de George A. Romero. Tampoco el cuerpo de baile de 'Thriller', con Jacko al frente. Desde hace unos años, los zombis son más rápidos, más sangrientos y más modernos. Dos películas (la nada despreciable 'Amanecer de los Muertos' y la muy buena '28 días') y un videojuego ('Resident Evil') son quizá las piedras fundacionales del nuevo fenómeno zombi, que tiene hasta delirantes derivaciones freakie-pop: desde las comunidades pro-zombis (es largo de explicar) a 'Dead Set', la serie que hoy nos ocupa.

¿Qué pasaría si los últimos en enterarse de que el país (o el mundo) ha sido asolado por una epidemia que zombifica a la población fuesen los concursantes de 'Gran Hermano'? La premisa es más que interesante y da lugar a una miniserie inglesa (perfectamente digerible del tirón, todos los capítulos seguidos) que es, como todo lo zombístico (zombificación, zombístico... ¡cuántas palabras faltan en el diccionario!), un pequeño fenómeno de culto. Encerrados en la casa mientras el país se convierte en un caos de no-muertos caníbales enloquecidos. De las sospechas de que algo pasa ahí fuera, en el mundo real (¿o es el interior del búnker televisado la realidad?... otra idea interesante), a la constatación de que hay que escapar, pero ¿escapar de donde? ¿de 'Gran Hermano'? ¿del país? ¿de 'Dead Set'? ¿Es esta serie un reality show dentro de un reality show?

'Dead Set' está cargada de buenas ideas y mejores intenciones. Algunas son aprovechadas y otras, desperdiciadas tontamente. El juego que se nos propone, sobre todo a los que conocemos más o menos el 'Big Brother' británico, es divertido (hay cameos no sólo de concursantes reales, sino también de presentadores) pero se agota enseguida, y la serie se convierte en un brillante pero trillado 'slasher' que, para placer de algunos y risa de otros, recurre a todos los lugares comunes del género. Tras un estupendo comienzo, con una realización vibrante e imaginativa y un guión con bastantes aciertos, la cosa pierde gran parte de su tirón inicial y empieza a discurrir por los caminos asfaltadísimos del cine de neo-zombis. La modernización del arquetipo ya se hizo (y muy bien) en el cine hace unos años, y gran parte de la fuerza visual de una urbanita occidental atacando a mordiscos ya se ha disuelto. Aún así, a quien escribe esto ya le gustaría que todas las series que pasan por sus manos fuesen como ésta.

A+ La realización, aturullada e histérica, pero nada improvisada, pone de los nervios, que es de lo que se trata (¿o no?). Los efectos especiales y el maquillaje (las vísceras y la sangre, vamos) son de primera. La idea general es muy, muy buena. Y el comienzo, paródico y serio al tiempo, es como si los primeros minutos de 'Studio 60' los hubiese dirigido Roger Corman.

A- La idea inicial, novedosa se agota antes de lo que debería y da lugar a un espectáculo técnicamente muy bueno, pero rutinario y ya visto. Aún así, seguimos de los nervios, que es lo suyo.

B- ¿Se trata sólo de que estemos en tensión, esperando sustos y haciendo apuestas sobre quién sobrevivirá? Quizá deberían darnos algo más

0- La comparación con '28 Días' es inevitable.

AB- 'Dead Set' es un plan perfecto para una tarde de domingo.