Lo que iba a ser un cuenta lo que fuimos y se quedó en un Yipi Kai Yei

Me acuerdo de que la primera película que vi en el cine fue 'Merlín, el encantador'.

Me acuerdo de la entrada de cartón marrón que conserva mi padre.

Me acuerdo de un cine de París muy grande donde me llevaron a ver 'Sin Perdón'.

Me acuerdo de lo mucho que me impresionó 'Laura', de Otto Preminger, la primera vez que la vi, y de que luego se la puse a varios de mis amigos.

Me acuerdo de que me tuve que salir del cine donde estaba viendo 'Azul', de Kievlowski, porque estaba haciendo mucho ruido con las palomitas y la señora que estaba sentada a mi lado se enfadaba mucho.

Me acuerdo de que una chica que me gustaba en la adolescencia me llevó a ver 'Días extraños' y se llevó también a otro chico con el que se estuvo besando y metiendo mano toda la película; y que cuando años después vi 'Abril' disfruté mucho de la secuencia en que Nanni Moretti se mete con 'Días Extraños'.

Me acuerdo de Alberto Sordi caminando solo por una carretera al amanecer, escupiendo a los coches que pasan, después de haberse humillado ante su ex mujer, en 'Una vita difficile' de Dino Rissi.

Me acuerdo de que salí de ver 'El extranjero loco', de Tony Gatlif, en una sesión de madrugada en los Ideal, y que la película me había dejado tan contento y feliz que eché a correr por la calle mientras gritaba y cantaba, y de que luego volví a verla varias veces más.

Me acuerdo de Jack Lemon y Shirley McClane jugando a las cartas en el último plano de 'El apartamento'.

Me acuerdo de lo que decía Billy Wilder de que todo el mundo pensaba que trabajar en el cine era lo más despreciable, pero que gracias a dios llegó la televisión.

Me acuerdo de lo que decía Truffaut de que una película es una etapa en la vida del director y un reflejo de sus preocupaciones del momento.

Me acuerdo de la mancha de sangre de Muriel después de perder la virginidad con Claude, al final de 'Las dos inglesas'.

Me acuerdo de una librería de cine en Buenos Aires, en la calle Corrientes, muy cerca del Obelisco.

Me acuerdo de Dudley Moore en '10' de Blake Edwards, intentando hacer el amor con Bo Derek al ritmo del bolero de Ravel.

Me acuerdo de Phil Connors, el personaje interpretado por Bill Murray en 'Atrapado en el tiempo', suicidándose una y otra vez y despertándose en el mismo día una y otra vez.

Me acuerdo de que una amiga me dijo que esa película era un telefilme de después de comer y de que yo la pegué una bofetada (teníamos la costumbre de abofetearnos).

Me acuerdo de lo que le oí decir a José Luis García Sánchez de que en España todos tenemos caras de actores secundarios.

Me acuerdo del día que vi 'A nuestros amores' de Pialat en la Filmoteca de Lisboa, en muy buena compañía.

Me acuerdo del duelo de espadas entre Íñigo Montoya y el asesino de su padre, donde el primero le dice una y otra vez al otro: 'Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir…'

(Me acuerdo de 'Me acuerdo' de Georges Perec, y por eso le hago este homenaje.)