El libro de la selva por Jonás Trueba
Hace poco tuve la oportunidad de ponérsela al hijo de un amigo. Llevaba años sin verla y me sorprendí de la cantidad de cosas que había olvidado de ella. La memoria trabaja caprichosamente y va tejiendo falsas imágenes, falsos sonidos, falsas emociones.
Pero hay algo del espíritu de esa película que sigue intacto dentro de mí: las ganas de disfrutar de la vida en compañía de otros, de los 'Baloos' y los 'Bagheeras', donde quiera que estén, con su locura y su sensatez.
De toda su factoría, ésta fue la última película que Walt Disney supervisó en vida. Parece que no le gustó nada. No era suficientemente traumática. No había madres enjauladas, ni pesadillas, ni sufrimiento...
De 'El libro de la selva' queda la búsqueda de lo más vital. Y una chica que te arrastra hacia no se sabe dónde.
2 comentarios:
k gran película, de mis preferidas sin duda de pekeño, de cuando mi padre aún ejercía como tal y me llevaba al cine.
Gran texto tb.
Gracias por el reportage killo.
Por cierto, casualidades de la vida (las casualidades no existen...) pero hace una semana que me bajé los dos temas principales de la bso...
buscalo mas vital no mas lo k has de precisar no mas y olvidate de la preocupación...
Tienes toda la razón sobre la crueldad en las pelis de Disney y que es una de las pocas pelis que no hay muertes y mierdad de esas, además el ritmillo de las canciones es genial pero debo decir que para mí como Aladdín no hay ninguna jeje esque adoro al genio desde siempre.
Y como mensaje con extraordinaria moraleja por excelencia para mí, es y siempre lo será el...
Ningún problema debe haceeerte sufriiir... lo más fácil eeeees saber decir... HAKUNA MATATA...
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