¿Por qué corres, Tarantino?
Publicado por quillo_3miércoles, 20 de mayo de 2009 - 5 Comentarios
Así las cosas, 'Malditos bastardos', su última película, era una buena razón para madrugar. Se proyectaba a las 8.30, como todas. A las 8 ya estaba el cine lleno. Por delante, 2 horas y 40 minutos de cacería nazi (de eso va). Emoción, risas nerviosas... Adelantemos el resultado para impacientes: no es la mejor película de Tarantino, ni siquiera una de las mejores. ¿A que va a ser la peor? No nos desesperemos, incluso la peor de este señor es capaz de ser mucho mejor que las mejores de casi todos los demás.
'Inglourious basterds' (su título original) quiere ser una visita a un género al que todavía no había prestado atención el director: el cine bélico. 'Once upon a time...' empieza la cinta en un homenaje nada disimulado a la serie de Leone. Hablamos del cine de guerra, el de género, el de nazis malos, soldados intrépidos y ruido de ametralladoras.
Pero no sólo eso, de paso la cinta es una sentida declaración de amor (otra más de las varias que llevamos en el festival) al cine. Al cine con mayúsculas. A ése que, desde los programas dobles, el celuloide inflamable, el chascar de las pipas (en España) y el olor a ozonopino (también sólo en España) llenaba la cabeza de fantasmas. O en fino, abastecía de mitos (mitos de papel) eso que se llama imaginario colectivo. Suena rimbombante. Demasiado. En realidad, la dieta cinematográfica, heterodoxa, febril y esquinada, de Tarantino no admite tanta pompa. Todo le alimenta.
Resultado de casi una apuesta
La película cuenta la historia de una venganza. De algún modo, estamos delante de la contraimagen, por muchos motivos, de 'Valkiria', la película de Tom Cruise y Brian Singer. Hay que matar a Hitler. El problema es cómo. Se puede montar para ello un 'thriller' convencional ('Valkiria') o se puede poner a trabajar a un grupo de descerebrados comandados por Aldo Raine (Brad Pitt).
Lo que sigue es lo esperado. O mejor, lo deseado: diálogos magistrales, violencia, sentido del humor y, esto es nuevo, un galimatías de idiomas ("Era importante que cada uno hablara el suyo. Nada de ver a nazis hablar un inglés británico como en las películas de los 60", dice) realmente gozoso. Se aprecia además, una madurez en la puesta en escena que presagia, quizá, un rumbo a seguir: la cámara se serena y los planos empiezan a adquirir un clasicismo estimulante.
¿Cuál es el problema pues? Cuenta el mismo director que esta película es el resultado de casi una apuesta. El año pasado, aquí mismo, en Cannes, se dio 12 meses para completar una película. Desde la escritura del guión al estreno de hoy mismo. Muchas prisas. "Cuando decidimos que íbamos adelante, nos bebimos unas cuantas botellas", recuerda Brad Pitt ante la prensa. Poco antes de la proyección se anunciaba que lo que se iba a ver va a sufrir más de un retoque antes de su estreno en sala. Y, en efecto, lo necesita. La historia no avanza. Los personajes se presentan en una escena y son masacrados en la siguiente. Nada del proverbial montaje en paralelo con el tiempo roto en mil pedazos marca de la casa. Todo discurre extrañamente contra la propia lógica del director. Y eso duele.
Cierto es que el arranque, la escena del bar en el medio (veremos donde queda después de volver a coser) y el final se acercan a lo de siempre: el deslumbramiento. Decíamos que la película rinde homenaje al cine. Dentro de 'Inglourious bast'e'rds' (la 'e' en lugar de la 'a' es por la forma de pronunciar de los de Boston), hay una película de propaganda nazi filmada por Eli Roth. Uno de los personajes, una judía huida de la persecución nazi que acaba en París de proyeccionista de cine, remontará el engendro propagandístico hasta convertirlo en arma de liberación y, ya lo decíamos, venganza. El cine como lo peor y lo mejor. El cine como la propia vida. El cine es la propia vida.
En cualquier caso, pase lo que pase, el mesías sigue siendo el mesías. La prueba: su rueda de prensa ha sido la mejor con diferencia.
Por cierto, no conviene olvidar que también se proyectó la película de Alain Resnais 'Les herbes folles'. Sí, han leído bien, el mismo que ganó la Palma de Oro en los 50 con 'Hiroshima mon amour'. Otro homenaje al cine, pero vivo y genial. La cinta, como vienen siendo sua últimos trabajos, es una delicia con la virtud de la inteligencia, el diálogo ajustado, la dirección precisa. Un maestro. Otro.
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5 comentarios:
Mmmmmm tú colgando un texto donde hablan bien de tarantino?? Quillo!! q te esta pasando??
una cosa es que lo cuelgue y otra que esté de acuerdo... además sé que de otra forma vosotros no lo ibais a leer... por cierto, donde dice "homenajea" yo sustituriría "plagia" ¬¬
Se empieza colgando posts suyos y se acaba adorándole... muuuaaajajajajajaja
ALOMEJO
k viva tarantino!!
juliette, mel y yo la veremos seguro!!
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